Textus Receptus Bibles
Reina Valera 1909
57:1 | PERECE el justo, y no hay quien pare mientes; y los píos son recogidos, y no hay quien entienda que delante de la aflicción es recogido el justo. |
57:2 | Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios. |
57:3 | Mas vosotros llegaos acá, hijos de la agorera, generación de adúltero y de fornicaria. |
57:4 | ¿De quién os habéis mofado? ¿contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa, |
57:5 | Que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol umbroso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos? |
57:6 | En las pulimentadas piedras del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y á ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No me tengo de vengar de estas cosas? |
57:7 | Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama: allí también subiste á hacer sacrificio. |
57:8 | Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo: porque á otro que á mí te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, é hiciste con ellos alianza: amaste su cama donde quiera que la veías. |
57:9 | Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta el profundo. |
57:10 | En la multitud de tus caminos te cansaste, mas no dijiste: No hay remedio; hallaste la vida de tu mano, por tanto no te arrepentiste. |
57:11 | ¿Y de quién te asustaste y temiste, que has faltado á la fe, y no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he yo disimulado desde tiempos antiguos, y nunca me has temido? |
57:12 | Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. |
57:13 | Cuando clamares, líbrente tus allegados; empero á todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá el monte de mi santidad. |
57:14 | Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo. |
57:15 | Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. |
57:16 | Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he criado. |
57:17 | Por la iniquidad de su codicia me enojé y heríle, escondí mi rostro y ensañéme; y fué él rebelde por el camino de su corazón. |
57:18 | Visto he sus caminos, y le sanaré, y le pastorearé, y daréle consolaciones, á él y á sus enlutados. |
57:19 | Crío fruto de labios: Paz, paz al lejano y al cercano, dijo Jehová; y sanarélo. |
57:20 | Mas los impíos son como la mar en tempestad, que no puede estarse quieta, y sus aguas arrojan cieno y lodo. |
57:21 | No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. |
Reina Valera 1909
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