Loading...

Textus Receptus Bibles

Reina Valera 1909

   

78:1Masquil de Asaph. ESCUCHA, pueblo mío, mi ley: Inclinad vuestro oído á las palabras de mi boca.
78:2Abriré mi boca en parábola; Hablaré cosas reservadas de antiguo:
78:3Las cuales hemos oído y entendido; Que nuestros padres nos las contaron.
78:4No las encubriremos á sus hijos, Contando á la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.
78:5El estableció testimonio en Jacob, Y pusó ley en Israel; La cual mandó á nuestros padres Que la notificasen á sus hijos;
78:6Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; Y los que se levantarán, lo cuenten á sus hijos;
78:7A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios, Y guarden sus mandamientos:
78:8Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no apercibió su corazón, Ni fué fiel para con Dios su espíritu.
78:9Los hijos de Ephraim armados, flecheros, Volvieron las espaldas el día de la batalla.
78:10No guardaron el pacto de Dios, Ni quisieron andar en su ley:
78:11Antes se olvidaron de sus obras, Y de sus maravillas que les había mostrado.
78:12Delante de sus padres hizo maravillas En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
78:13Rompió la mar, é hízolos pasar; E hizo estar las aguas como en un montón.
78:14Y llevólos de día con nube, Y toda la noche con resplandor de fuego.
78:15Hendió las peñas en el desierto: Y dióles á beber como de grandes abismos;
78:16Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos.
78:17Empero aun tornaron á pecar contra él, Enojando en la soledad al Altísimo.
78:18Pues tentaron á Dios en su corazón, Pidiendo comida á su gusto.
78:19Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
78:20He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas, Y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Aparejará carne á su pueblo?
78:21Por tanto oyó Jehová, é indignóse: Y encendióse el fuego contra Jacob, Y el furor subió también contra Israel;
78:22Por cuanto no habían creído á Dios, Ni habían confiado en su salud:
78:23A pesar de que mandó á las nubes de arriba, Y abrió las puertas de los cielos,
78:24E hizo llover sobre ellos maná para comer, Y dióles trigo de los cielos.
78:25Pan de nobles comió el hombre: Envióles comida á hartura.
78:26Movió el solano en el cielo, Y trajo con su fortaleza el austro.
78:27E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Y aves de alas como arena de la mar.
78:28E hízolas caer en medio de su campo, Alrededor de sus tiendas.
78:29Y comieron, y hartáronse mucho: Cumplióles pues su deseo.
78:30No habían quitado de sí su deseo, Aun estaba su vianda en su boca,
78:31Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, Y mató los más robustos de ellos, Y derribo los escogidos de Israel.
78:32Con todo esto pecaron aún, Y no dieron crédito á sus maravillas.
78:33Consumió por tanto en nada sus días, Y sus años en la tribulación.
78:34Si los mataba, entonces buscaban á Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya.
78:35Y acordábanse que Dios era su refugio. Y el Dios Alto su redentor.
78:36Mas le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían:
78:37Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto.
78:38Empero él misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía: Y abundó para apartar su ira, Y no despertó todo su enojo.
78:39Y acordóse que eran carne; Soplo que va y no vuelve.
78:40Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, Lo enojaron en la soledad!
78:41Y volvían, y tentaban á Dios, Y ponían límite al Santo de Israel.
78:42No se acordaron de su mano, Del día que los redimió de angustia;
78:43Cuando puso en Egipto sus señales, Y sus maravillas en el campo de Zoán;
78:44Y volvió sus ríos en sangre, Y sus corrientes, porque no bebiesen.
78:45Envió entre ellos una mistura de moscas que los comían, Y ranas que los destruyeron.
78:46Dió también al pulgón sus frutos, Y sus trabajos á la langosta.
78:47Sus viñas destruyó con granizo, Y sus higuerales con piedra;
78:48Y entregó al pedrisco sus bestias, Y al fuego sus ganados.
78:49Envió sobre ellos el furor de su saña, Ira y enojo y angustia, Con misión de malos ángeles.
78:50Dispuso el camino á su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida á la mortandad.
78:51E hirió á todo primogénito en Egipto, Las primicias de las fuerzas en las tiendas de Châm.
78:52Empero hizo salir á su pueblo como ovejas, Y llevólos por el desierto, como un rebaño.
78:53Y guiólos con seguridad, que no tuvieron miedo; Y la mar cubrió á sus enemigos.
78:54Metiólos después en los términos de su santuario, En este monte que ganó su mano derecha.
78:55Y echó las gentes de delante de ellos, Y repartióles una herencia con cuerdas; E hizo habitar en sus moradas á las tribus de Israel.
78:56Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios;
78:57Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres: Volviéronse como arco engañoso.
78:58Y enojáronlo con sus altos, Y provocáronlo á celo con sus esculturas.
78:59Oyólo Dios, y enojóse, Y en gran manera aborreció á Israel.
78:60Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó entre los hombres;
78:61Y dió en cautividad su fortaleza, Y su gloria en mano del enemigo.
78:62Entregó también su pueblo á cuchillo, Y airóse contra su heredad.
78:63El fuego devoró sus mancebos, Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
78:64Sus sacerdotes cayeron á cuchillo, Y sus viudas no lamentaron.
78:65Entonces despertó el Señor á la manera del que ha dormido, Como un valiente que grita excitado del vino:
78:66E hirió á sus enemigos en las partes posteriores: Dióles perpetua afrenta.
78:67Y desechó el tabernáculo de José, Y no escogió la tribu de Ephraim.
78:68Sino que escogió la tribu de Judá, El monte de Sión, al cual amó.
78:69Y edificó su santuario á manera de eminencia, Como la tierra que cimentó para siempre.
78:70Y eligió á David su siervo, Y tomólo de las majadas de las ovejas:
78:71De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase á Jacob su pueblo, y á Israel su heredad.
78:72Y apacentólos con entereza de su corazón; Y pastoreólos con la pericia de sus manos.